Un buen retrato no es solo una imagen bonita, es una forma de comunicar quién eres. Ya sea para uso profesional, personal o artístico, cada sesión de retrato la planteo como una experiencia cercana, relajada y adaptada a ti.

Busco que te sientas cómodo/a frente a la cámara, para que la fotografía refleje tu esencia, sin artificios ni poses forzadas. Trabajo la luz, el encuadre y los detalles para resaltar lo mejor de ti, creando imágenes naturales, elegantes y llenas de personalidad.

Puedo ayudarte si necesitas una imagen potente para tu web, tu perfil profesional, una campaña o simplemente para guardar un recuerdo que valga la pena. Y tras la sesión, me encargo de una edición cuidada para que el resultado final esté a la altura de lo que quieres proyectar.

Porque cada rostro tiene su historia. Y mi trabajo es captarla en una imagen que hable por sí sola.